domingo, 2 de agosto de 2009

a la sombra de la parra...

Dejamos la playa y volvimos al pueblo. Al pueblo de mis padres, al pueblo donde nací. Como sangre de la Cañada y de Cadenas (haciéndole un guiño a Loli, esa amiga asturiana creadora del blog "Sangre de la Casía y del Barredal"), los cortijos donde se criaron mis padres, laboriosidad y osadía, circulaban en mi persona.

Estos días de calor, hacía vida en el patio de la casa, pasando muchas horas bajo la parra. Leía, Zafón resultó ser un grato descubrimiento este verano y tomaba café con soja helado, otro básico imprescindible.


Hace algo más de dos décadas, que Aurelia, mi madre, puso la parra en el corral. La finca donde se ubica la casa, tiene algo de desnivel, quedando el corral, mucho más bajo que el patio principal, el patinillo y la leñera. Inicialmente era un sarmiento de apenas metro y medio. Aurelia dijo: "He de comerme las uvas allí", señalando la zona del patinillo; la joven parra recién plantada debía trepar, remontar y superar unos tres metros de altura, antes de formar el "emparrado" y sostener su cosecha de racimos de uva moscatel.

Pasaron los años, y pacientemente la fue dirigiendo hacia su objetivo... podando, preparando los soportes, cubriendo con redecillas sus racimos iniciales... alguna bronca tuvimos a costa de la parra..., desde hace algún tiempo ya recoge los racimos de uvas donde ella se propuso. Para mi es admirable su tesón, el de mi madre y el de la parra, tiene don y mano para las macetas, todo aquello que planta le arraiga y crece.



La sombra de la parra de mi madre es generosa, las pámpanas y las ramas jóvenes cubren todo el patinillo y la leñera, y se ha convertido en mi sitio favorito en esta casa, este verano caluroso. Cuando no estoy bajo la parra leyendo estoy bajo el limonero dándome una ducha fría para refrescar la piel y las ideas.

Verde, sombra y agua. Con estos tres elementos el verano en la campiña jiennense es, no sólo más soportable, sino también placentero.


15 comentarios:

L. Gispert dijo...

Hola, Carmen, hermosa y cariñosa reseña dedicada a la perseverancia de tu madre y a ese atractivo fruto verde, que borda su verdor y su umbroso abrazo para encanto de todos, especialmente para ti. Las fotos y el montaje del libro con la taza, muy buenas.

Saludos!

Abilio Estefanía dijo...

Que no te lo montas poco bien la parra, las uvas, el limonero, el Zafón, el café con soja helado y lo mas importante la Aurelia, tu madre, enderezando esa parra joven hasta crecer como ella habia prdicho para comer las uvas en el patinillo.

Que entrañable entrada y que bien narrada.

Un beso

Anónimo dijo...

La verdad es que cuando ya no puedo mas, cuando el mundo se cae bajo mis pies, por alguna extraña razon decido entrar en tu bog, y siempre arrancas una pequeña sonrisa que no comparto con nadie, sino solo contigo, como si estuvieras.gracias

Jomopa 51 dijo...

¡Bueno, bueno, bueno!, este post me ha encantado. Lo leí dos horas después de que lo publicaras, y en ese momento no me vi a la altura del mismo para comentarlo. A medida que avanzo en su lectura, se me ocurren adjetivos como: encanto, ternura, sosiego, armonía, perseverancia, tenacidad, dulzura... para describir las emociones que se me transmiten.
Es una gozada leerlo, por la delicadeza con que lo has escrito.
Dice un refrán que "de tal palo tal astilla", y describiendo a tu madre, te reflejas a tí misma, porque así eres tú. Enhorabuena por el post. Se nota que te encuentras en un período de profunda inspiración. Aprovéchalo.
La foto que más me ha gustado ha sido aquella donde aparece la sillita, el libro y la taza, donde luces, sombras y reflejos ocupan cada uno su lugar dentro del área de la foto. Observo el reflejo del autor del libro, sobre la superficie lisa y cilíndrica de la porcelana, como si buscase un hueco entre el café y la sombra.

Prometeo2 dijo...

Qué bien, amiga Carmen. Qué envidia. Y como tú le pones tanto a todo con tus fotos. Quién pudiera estar ahí. Bajo la parra o bajo el limonero. Que venga alguien y diga aquello de estar "emparrao", que no sabe lo que dice.

Un abrazo, Carmen. Disfruta de la vida.

A.L.Zarapico dijo...

Algo precioso de imaginar y de disfrutar, lugares priveligiados para solo unos pocos.Saludos cariñosos.

D´Paula dijo...

Me deleito solo de imaginarme esa sombra placentera, ese libro acogedor y esas uvas maduras para ir saboreando la tarde blanca de nuestros veranos jienenses. Nada como el campo, como el sonido silencioso de sus alrededores, de la calma infinita de sus sombras azules. Así es el campo, nuestro campo, tan seco, árido y silencioso que nos hace reflexionar sobre crepúsculos dónde el sol se pierde entre ramas de olivo. Te invito a leer una entrada de mi blog dedicada a la siesta que cuadraría perfectamente con éste tu campo, tu sombra de la parra.
Un saludo

Anónimo dijo...

DESPUÉS DE LEER TU NARRACIÓN , QUEDA MÁS CLARA ESA FRASE :
" En las pequeñas cosas de la vida se encuentra la felicidad..."

y "TODO DEPENDE DEL CRISTAL CON QUE SE MIRE..."

ESPERO QUE NO CAMBIES NUNCA TU CRISTAL...

BESOS Myrian

Franziska dijo...

Un conjunto armónico de narración e imágenes. Con la delicadeza que te caracteriza. Nos tienes a todos asombrados con tu destreza para unir texto y fotos.

Feliz verano. Que descanses y la luz te acompañe.

Anónimo dijo...

Hay muchos blogs, muchísimos.
Este tuyo es muy especial.
Tus fotos y tus palabras enganchan.
Enhorabuena, amiga Carmen!

Casía dijo...

gracias por mencionarme,me siento alagada,ya que no soy tan importante,pero estoy muy contenta por que hayas encontrado la cancion y porque unas simples palabras mias ayuden a la gente a recordar, recordar esas pequeñas historias de nuestros antepasados y nuestras, esas cositas para muchos insignificantes pero que a otros nos entusiasman y nos llenan de lagrimas los ojos, un fuerte abrazo y a tu madre por su tesón ¡¡axa salu!!

Pablo Marín dijo...

Carmen, precioso texto escrito desde el corazón, lleno de sensaciones y vivencias en primera persona...

Un fuerte abrazo

Estibalitz Diaz de Durana Arias dijo...

Bellisimas imágenes! precioso post!
Carmen, muchas gracias por la visita!
Un abrazo

Anónimo dijo...

Tengo el privilegio de conocer la familia de Carmen y sobre todo cuando habla sobre su madre vivo los momentos como mas cercanos que ña mayoria de los que visitais este sitio y de verdad que lo siento por vosotros.
No se si Carmen en estos proximos dias pondra foto de su cicatriz pues la operaron anoche, luego dira que soy un cotilla pero bueno ella me conoce bien.
Para terminar un saludo a todos los que pasais por aqui y para ti Carmen una pronta mejoria si no ya sabes lo que te pierdes.

Carmen Montoro dijo...

Hola y gracias por vuestras palabras a todos, sois un encanto de personas!

Y especialmente, a mi amigo Domingo, el pintor (el último anónimo es suyo) por BOCAZAS.

Estoy recuperandome de la operación de apendice, todo fenomenal... preparo un post sobre el evento. Saludos!