sábado, 10 de octubre de 2009

el Pozo de la Nieve

Vuelvo a Segura. Un pinar magnífico cerca del Camping de la Canalica y próximo de la aldea de La Fresnedilla nos muestra su mejor secreto guardado y conservado durante largos años. Practicar el senderismo utilizando la red de senderos de pequeño recorrido en esta sierra agreste es un disfrute asegurado. La propuesta: PR-A 83 POZO DE LA NIEVE

Esta es la curiosa construcción, el Pozo de la Nieve, en medio del pinar. Probablemente el mejor conservado de toda la Sierra de Segura. El trabajo comenzaba a finales del invierno o inicios de primavera con la últimas nevadas. Durante varios días, cuadrillas de hombres se encargaban de recoger la nieve mediante espuertas y capazos y llevarla al interior de los pozos donde era prensada y compactada hasta convertirla en hielo.

Una vez lleno el pozo, este preciado elemento (antes de la llegada de la electricidad, de las fábricas de hielo, y las actuales neveras, era la única forma de enfriar) se aislaba del exterior mediante una gruesa capa vegetal de aulaga morisca (Ulex parviflorus) y otra superior de tierra arcillosa apisonada. El pozo quedaba así sellado hasta el momento de abrirlo.

En verano, caída la tarde se abría el pozo y la nieve era cortada en grandes bloques, que se metían en serones especiales, totalmente recubiertos de paja llamada tamo (la misma paja picada hecha casi polvo) que hacía de aislante. Una vez preparada la carga, se disponía a lomos de caballerías y era transportada por los arrieros.

Regresamos hacia Siles, por el camino de las Acebeas, en las orillas del Arroyo de los Molinos, encontramos algunos caquis (Diospyros kaki). Sus hojas con frecuencia se desprenden del árbol pasando de rojo a anaranjado, indicando que los frutos estan maduros.

Y fijamos en la retina ese colorido tan otoñal, con las hojas de los árboles caídas en los senderos, con ese intento de dejar huella entre los amarillos, ocres y naranjas, rojos intensos y lilas, marrones cálidos... Bajo el verde de la clorofila, todos los colores del otoño han ido esperando desde el verano para hacerse visibles. Esta época nos proporciona muchas satisfacciones fotográficas. Es un auténtico placer disparar y mostrar lo capturado.

sábado, 3 de octubre de 2009

Puente Honda de Enmedio

Dentro del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, en el término municipal de Siles (que pertenece a la Sierra de Segura) existen minúsculas aldeas, adentradas en la sierra, como esta, Puente Honda de Enmedio, que apesar de su abandono y actual ruina, son auténticos paraísos y remansos de paz. Mi amiga Loli nació aquí. Conforme avanzamos por la pista forestal me cuenta sus recuerdos de niñez en esta aldea. El paso del tiempo dejó su huella, se hundieron tejados y cayeron los muros de las casas. Las familias que aquí vivían se fueron llendo poco a poco al pueblo, a Siles, a 6 km de aquí.

La vegetación descontrolada, la maleza y las zarzas invadieron los hogares antes habitados. Esa ventana me atrajo enormemente, su resistencia a la invasión, mostrando aún su cal y su añil...

Hay algunas chimeneas que se mantienen erguidas.

Una fuente mana agua al borde del camino forestal de acceso a Puente Honda.

Y un río... El río Morles, del que nunca había oído hablar, ni lo había referenciado en ningún mapa topográfico de la zona. Es un afluente del Guadalimar, configurando un valle recóndito de frondosos bosques de roble y pino, limitado por superficie de olivar, rodeado por el calar de Navalperal y los cerros Bucentaina y Peñalta.

Un sitio hermoso, de evocaciones tranquilas y sensaciones serranas que me harán volver. Lo sé. Otras aldeas desconocidas y cercanas esperan... como La Hueta, que pertenece al municipio de Orcera y Puente Honda, al de Benatae. Otros arroyos, otros molinos abandonados en su cauce, y otros castillos-atalayas que descubrir...

La Sierra de Segura atrae tanto, que la echaba en falta después de meses de campiña y costa. Un generoso placer el reencuentro.