viernes, 29 de enero de 2010

flor de almendro


Es una especie de intuición, una sensación de cambios por venir, un hormigueo que recorre las entrañas, un fluir sereno e ilusionante... lo noto, me llega, inunda mi ser, está ahí... el alma de la primavera esta arribando, se anuncia pronta llegada de una explosión exuberante de belleza seductora y purificación renovadora.

Soy científica y aportaré mis datos. Recuerdo siempre aquella frase de "la ciencia para que sea ciencia hay que cuantificarla". La medida, los números... me encantan los números, tengo muchos favoritos pero siento especial predilección por "pi", la razón entre la longitud de una circunferencia y su diámetro, le llaman número irracional, pero yo le entiendo. Es mi avatar en blogger.

Mi campo de experimentación en Castellar: dos grupos objetivo de almendros diferentes, uno al Norte que mira a las aldeas y a la sierra del Oro; el otro al Sur en la Cañada, ambos a la misma altitud. Llevo una semana visitándolos a diario, contando los botones florales y observando que están a punto de cuajar las primeras flores, pero las temperaturas mínimas son tan bajas (de 1 a 2º C) que les está costando un poco, a pesar del sol que luce con vocación de calentar.


Y hoy al hacer mi ronda de observación y visitar a los del ala Norte... maravillosa sorpresa:1 botón floral semiabierto. Qué genial, contentísima de presenciar y fotografiar el evento.



Esta señal es para mi, y la comparto con todos vosotros, internautas amigos, no hay duda: la primavera ya está aquí, imparable. El almendro es el primero de los Prunus que florece anunciando la proximidad de la primavera.



Me desplacé toda ilusionada al ala Sur, conocedora de que los Prunus dulcis iban a estar un poco más avanzados y ... efectivamente encontré algunas ramas con flores totalmente abiertas y muchos botones con ganas de apertura.

Que guay, que tarde más estupenda. La gente volvía de trabajar en la aceituna y yo sonreía en la cuneta, junto a mis almendros en flor. Les hubiera dicho "en Castellar la primavera está llegando...", pero no dije nada. Esta fotografía con el limpio cielo de la tarde como fondo, y esa flor espléndida abierta me mantuvo entretenida bajo las ramas del almendro, intentando captar y encuadrar la nitidez y el detalle del momento.

Mientras, en otros sitios y climas, otros almendros se cuajaran de flores... ¿Quién lo contará? Dedicado especialmente al eminente D. Carlos Fernández López mi profesor de Botánica, de la Universidad de Jaén, que me inició en la Fenología del almendro, gracias miles!

encina viajera


Ahora, en este momento así luce mi encina. Esta tarde pasé a verla...y pude acercarme más que nunca. Ocres la rodean y un azul cielo limpísimo. Donde antes hubo verdes y agua abundante, nubosidad y transición de luces, ahora el paisaje se relaja para darle su sitio protagonista en este escenario cambiante. (A finales de enero)


"la encina de Whitman" mediados de diciembre

"la encina del Génesis" inicios de enero

sábado, 16 de enero de 2010

el puente romano de Vadollano


Cuantas veces en mis viajes desde Castellar a Jaén, y viceversa, al pasar por este punto leí un cartel marrón que reza: EL PIÉLAGO MONUMENTO NATURAL 1,5 Km; cuantas veces pensé en acercarme a conocer ese paraje. Tantas veces pasé de largo cuando iba... "¿qué sería aquello de El Piélago? A mi me sonaba a mar ¿en el Paraíso Interior?"... y otras tantas lo ignoré cuando venía de vuelta. Pero en una de éstas, me detuve. Exploré e investigué la zona, tomé fotos, y quedé sobrecogida por la belleza del lugar. Os lo muestro. Aquel día la luz era un premio al descubrimiento, y fotografiando ese puente no dejaba de pensar !Cómo me lo había perdido, durante tanto tiempo!.

El Piélago es un paraje que se encuentra entre la campiña y las estribaciones de Sierra Morena, declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía en 2.003, y que se sitúa a caballo entre los municipios de Vilches y Linares. En su ámbito, se incluye el Puente de Vadollano, puente romano del siglo III a. C., que está declarado BIC. Se accede desde la carretera A-312 de Linares a Arquillos, a la altura del kilómetro 9.

antigua fábrica de chocolate, un arco al fondo y los dos brazos del Guarrizas juntándose cantarines (click para ampliar imagen)

En estos días el Puente del Piélago o Puente Romano de Vadollano, está desbordado por la fuerza con la que circulan las aguas bravas del río Guarrizas. Este río se encajona en enormes bloques de granito y el agua rompe con la fuerza del mar. El cauce tiene que salvar una serie de desniveles originando dos pequeñas cascadas. Más abajo se vuelven a unir los brazos del río en un profundo cúmulo de agua brava teñida de marrón por el barro. Y un poco más allá, el Guarrizas culmina su ímpetu tributando en el Guadalén.

las formaciones de granito y los dos arcos

Es un lugar de especial interés paisajístico, los granitos se ve acompañados por un bosque de ribera con acebuches, fresnos, sauces, y adelfas. El puente es una modesta muestra de ingeniería romana para facilitar la comunicación hacía el Levante, que alcanzó su mayor auge por las explotaciones mineras de aquella época. Esta construcción formaba parte de la Vía Augusta, que conectaba la capital del Imperio, Roma, con Gades, la actual ciudad de Cádiz.


aguas bravas del río Guarrizas

El puente cubre un desnivel de 80 metros de ancho y 12 metros de profundidad máxima en el centro del mayor de los dos arcos que aún se conservan; de los ojos que subsisten sólo queda en pie la estructura pelada de sus arcos, resistiendo osados la potencia bravía de la corriente.

Del lat. pelăgus, y este del gr. πέλαγος.

Si etimológicamente piélago tiene que ver con el mar o con una cantidad inmensa de agua, tal nombre adquiere más que nunca propiedad en lo descriptivo: Aquello que por su abundancia es dificultoso de enumerar y contar/ Parte del mar, que dista mucho de la tierra/Terreno cuya cavidad se llena con agua. Después de tantos días de lluvia y las últimas nieves, venir a conocer este paraje es todo un espectáculo que no defrauda a nadie. Como dice José A. García-Márquez, hace unos días en el IDEAL: todos queremos presenciar "la danza del agua sobre la piedra".


viernes, 15 de enero de 2010

volver a mi encina



Esta mañana pasé por ese lugar donde vive mi encina "refugio de aves y hombres cansados", como escribe mi amiga Franziska, había una gran inundación, demasiada agua encharcada... el sol jugaba al escondite con las nubes, y pude captar esta toma. Especialmente dedicada a aquellos amigos, tímidos tecnológicos, que están deseando contarme algo... esperaré con paciencia sus valiosas palabras.