viernes, 26 de noviembre de 2010

verdeazul


Media tarde, llovía... al pasar de regreso a casa junto a mi encina, tuve que parar y hacer malabarismos con la cámara y el chubasquero. Eran colores fundidos en la lejanía, en aquel escenario donde mi encina solitaria habita... había sosiego y belleza, y no podría dejar de compartirlo con mis amigos.