lunes, 12 de diciembre de 2011

historia de una encina...


Hace unos días fue su cumpleaños, y como me expreso mejor con mis fotografías... le colgué en su muro de facebook esta foto que aquí muestro, a modo de felicitación. La imagen fue tomada esta primavera, el 21 de abril de este año, recién iniciada la tarde. Es una toma especial, nítida, equilibrada, bella, que provoca ternura... para una persona especial.

Esta mañana, muy temprano, Marcelo escribió el pie de foto de esta encina, a la que he fotografiado en multitud de ocasiones; obsesivamente me he detenido junto a la carretera de Jabalquinto, cuando volvía de Fuerte del Rey a Castellar, queriendo congelar los momentos de mi encina, los cielos siempre diferentes, el cereal en su color estacional, la tierra arada... y siempre ella, sola en la llanura. En algunos post antiguos, ya hablé de ella... ESTO NO ES LOUISIANA, VOLVER A MI ENCINA, ENCINA VIAJERA, ENCINA EN MAYO, VERDEAZUL y recordé a los amigos. Y ahora MarCas nos cuenta su historia, de un modo tan conmovedor, tan bello, que tenía que compartirlo...


"Carmen, gracias por esta ventana… abierta en el espesor del tiempo, que nos sale al paso en la carretera de Jabalquinto a Linares —en el lugar que fue la dehesa de Tobarias, ahora sólo una isla brava que resiste ante las mareas desorientadas del olivar—. Cuando arraigaron, estos pies de encina se abrieron paso en una espesura de matas y animales. Después, vino la soledad cuando fue roturada la tierra y quedaron aislados los arboles más frondosos sobre el tapiz de la tierra calma —en las cercanas dehesas de Cazlona y Torrubia, al otro lado de las lomas del fondo, eso ocurrió a finales del siglo XVIII—.
Gracias por detenerte, quiero imaginar que las encinas también han reparado en ti, incluso que han reconocido en tu cámara una nueva oportunidad de futuro en estos tiempos inciertos."

MarCas

6 comentarios:

digace. dijo...

Muy buena la historia de la encina, no puede decirte nada, porque obviamente no puede hablar,pero yo creo que si pudiese decirte algo te diría gracias,gracias por fijarte en mi y en mi entorno pero sobretodo en mi, me siento muy orgullosa de que através de ti y de las nuevas tecnologías me muestres al mundo.A este mundo loco donde la mayoría de los mortales no reparamos en algo tan espectacular como una encina en mitad del campo,pero no solo es eso lo que nos ofreces nos dices tantas cosas atavez de tus ojos detras del objetvo que será siempre un honor el poder disfrutar de todas y cada una de tus fotos......Gracias Carmen por deleitarnos con todas ellas.

Abilio Estefanía dijo...

Hola Carmen, hacia tiempo que no veía esta encina. Esta mas guapa si cabe con el verde alrededor.

Besos

Maloles Muñoz dijo...

Qué bonito! una vez más esta encina es protagonista absoluta de las miradas de la gente con la que compartes tus historias y creo que nunca una encina se ha sentido tan mimada como esta.

Un beso amiga,nos vemos en las mañanas

Mariluz dijo...

Carmen, esta encina ya es un poco nuestra, pues la has compartido con nosotros muchas veces. Que siga ahí muchos años...y tú fotografiándola.
Besos!

Katy dijo...

Las hojas del almanaque de este año tocan a su fin. Te dejo mi cariñoso saludo junto a mis mejores deseos para este Nuevo Año. Que seas feliz junto a los tuyos
Bss

Lahiguera dijo...

Hola Carmen. Como nuevo visitador de este tu blog, me siento reconfortado por tu gran sensibilidad ante las cosas tan sencillas. Estos árboles centenarios van encaminados hacia la extinción...mucho hemos de cuidarlos.
Por otro lado me alegra muchísimo que este paraje que nos muestras esté en nuestra tierra, cercana al antiguo Cástulo: ¡...si ellas pudieran hablar!. Un saludo.