Amaneció con mucho frío, la noche fue larga, me desperté varias veces y me asomaba impulsiva a la ventana, esperando las anunciadas nieves. Sobre las 9 de la mañana los copos hicieron su aparición, suavemente dejaron su impronta sobre los tejados del pueblo. El palmito de Desi aguanta como puede estos fríos, al fondo los álamos del polvorín, referencia Este, desde la terraza de casa, 3 grados C, a cubierto. La Ex-colegiata de Santiago, con su torre y cúpula azul cobalto, se difumina en la mañana, tras los tejados, al NE. Una gozada.
1 comentario:
Sí,fue bonito aunque me hubiera gustado que cuajara más en el pueblo, en el campo sí lo hizo,aunque yo no salí para poder disfrutarla,otra vez será.Feliz lunes.Besitos
Ah,mira el enlace que has puesto,te lleva a un sitio de Blogger
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