Andar, caminar, trepar, correr, compartir, amar, volar... sin miedo; vivir sin miedo. Rosana pone la música y letra a mi primer vuelo en paramotor, una experiencia única, increible y maravillosamente lúdica. Y placentera, a pesar del apego que se le tiene a la vida cuando vuelas, sobrevuelas los paisajes de la infancia, y haces realidad esa promesa que hiciste a la niña que fuiste, que aún sigue viva en ti, a aquella niña que con tres años y medio, Tomás su padre llevó de la mano a la escuela (esa Escuela Mixta "Felipe Arche" hoy derruida en la cortijada del Berrueco como muestran mis fotografías aéreas) y ante su intranquilidad (la de ella enfrentándose a lo nuevo) permaneció sentado junto a ella en su pupitre escolar para hacérselo más fácil. Ese era mi padre y este es el lema de mi blog, "una casa para crecer, un castillo para soñar".
Carmen, tú haces que crea en la gente de Fuerte del Rey. Gracias por este regalo.
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