domingo, 16 de febrero de 2014

Hachi ha vuelto...



Hachi ha vuelto... Esta mañana lluviosa de domingo, Nala y yo salimos a pasear por las calles de Castellar, en las eras del Perregular habría barro y preferimos quedarnos por la zona del mercado de abastos al llegarnos un "tufillo" conocido... Churros, olía a aceite de oliva caliente.  Las cuadrillas de la aceituna no habían salido hoy, por el tiempo y había cierta actividad en los kioskos de la plaza... En la Churrería de Remigio un grupete esperaba la salida de la primera rosca de churros... Y apareció de pronto, que alegría el reencuentro... Aquí en el pueblo todo el mundo lo conoce, es un espíritu libre, y le llaman "el bola" porque lo encontraron en la puerta de la Excolegiata de Santiago, y parecía una bolilla de pelo abandonada. Es muy popular, conoce el pueblo perfectamente, sus calles, sus sitios favoritos... Entre la calle Campana, la calle de las escalerillas (Juan de Dios González) y la calle Mendo Benavides que desemboca en el Mercado de Abastos es fácil encontrarlo.

Hachi ha vuelto a su pueblo... Nos hemos desayunado unos riquísimos churros, a Nala también le gustan mucho y hemos quedado para mañana lunes (si sigue el tiempo lluvioso) siempre me acompañaba a repartir cartas, me esperaba en los cruces o en los buzones columna de Correos. Es listo, cariñoso y agradecido como pocos... Y muy callejero y donjuán. Alguna vez me dio esquinazo y se fue siguiendo a alguna perra en celo y no lo vi en varios días.

Hospitalet, diciembre de 2012


“Sucede que cada vez que pierdo un perro, se lleva un pedazo de mi corazón con él. Y cada perro que entra en mi vida me regala un trozo del suyo. Si logro vivir lo suficiente, todas las partes de mi corazón serán de perro y llegaré a ser tan generoso y bueno como lo son ellos” - Anónimo. 

Estas palabras que me parecen realmente preciosas las lei a través de mi amigo  José Antonio Pastor, pura alma perruna,  en un enlace compartido de la WSPA-Sociedad Mundial para la Protección Animal.