Dos expresiones que habremos de explicar; los equinoccios, del latín aequinoctium (aequus nocte) son los momentos del año en los que el Sol está situado en el plano del ecuador terrestre. En las fechas en que se producen los equinoccios, el día tiene una duración igual a la noche en todos los lugares de la Tierra.
Atardecer en el Cueva de la Lobera el día del Equinoccio |
El día 23 de Septiembre de 2015 celebramos el "Equinoccio de Otoño" en un lugar mágico y emblemático de la villa de Castellar... el Santuario Ibero de Los Altos del Sotillo, conocido popularmente como la cueva de la lobera. Mucha expectación y mucho gentío que no querían perderse la visión de los últimos rayos de sol iluminando el fondo rocoso de la cueva. La imaginación es libre, y cada cual veía o creía ver figuras antropomorfas, animales, o a la mismísima diosa. Los iberos eran un pueblo muy creyente y siempre rogaban y hacían sus súplicas en sitios tan especiales como esta cueva, como este santuario rupestre.
Equinox Night
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Sucedió el ocaso y se disiparon los curiosos... Tres personas y mi perrilla Nala quedamos en la primera terraza que da acceso a la entrada a las cuevas; la hora azul se mostraba en todo su esplendor y la noche llegaba tímidamente ofreciendo una multitud de estrellas en un cielo limpio con alguna nube. El momento era perfecto. La fotografía nocturna es de muy rápida ejecución, previamente has de planificar y controlar todos los parámetros... Durante semanas antes, todos los días, al atardecer teníamos una cita en la cueva. Y llegado el día del equinoccio, tan solo había que rematar esa faena, y con ese estudio previo y exhaustivo. Bueno, también el factor suerte contaba...
De las tres fotos que presenté al concurso de fotografía organizado por el Excmo Ayuntamiento de Castellar (que por cierto ninguna fue premiada, ni otorgada mención) mi favorita es ésta, a la que llamé "Blue Eyes" (ojos azules). 30 segundos de exposición, ni siquiera tuve que usar el intervalometro. No sé, pero yo veo a la dama, a la diosa, su silueta, sus adornos, su rictus serio digno... Un ojo interior azul iluminado a propósito, en conexión con el gran ojo del firmamento azul, azulísimo intenso cuajado de estrellas. Tal vez sea un poco friki, pero a mí esta toma me encanta. Según Mario Rubio (mi maestro de fotografía nocturna) hay demasiados elementos en esta instantánea, y un poco sobreexpuesto la oquedad de la cueva... en fin, he aprendido bastante. Y seguro que las próximas fotografías nocturnas serán mucho mejores, más limpias y sencillas. Más rotundas.
Blue Eyes |
Y la siguiente expresión que vamos a explicar es "miel sobre hojuelas". Las hojuelas es una pasta muy fina de harina y huevo, que se frie y se le añade azúcar. Un auténtico manjar. Pues cuando a las hojuelas se las cubría con miel en lugar de azúcar, su sabor era aún mejor. Juntando un manjar con otro, el resultado es excepcional.
Un equinoccio insuperable, lo mejor de lo mejor.