Luna llena... La esperé al oeste a la hora de iniciar su descenso y despedir su recorrido; la luna llena de la mitad de Agosto es siempre especial, una brisa fresca nos acompañaba a la subida de las yeseras sobre el cortijo de la Cañada de Zafra; era de noche cuando llegamos, el alba apenas se apreciaba, y vimos algunas de las más rezagadas perseidas (somos polvo de estrellas, me recuerdo a menudo) y como no...
nos giramos 180º y vimos el amanecer de un nuevo día.
nos giramos 180º y vimos el amanecer de un nuevo día.
Nala y yo
Entre Olivos
Preparando el ONCEAVO CUMPLEBLOG...
Felicidades SITIO