martes, 14 de abril de 2009

Peña de Francia

Y nuevamente mis pies inician el camino, la tierra se mostraba húmeda, con mucho musgo y muy mullida. El matorral de brezo, en plena floración acompaña nuestros pasos. Las acículas de pino se ven a lo largo de los primeros tramos del sendero, y también algunas hojas de roble.


Atravesamos un magnífico robledal, que da nombre a uno de los picos intermedios, Pico del Robledo, 1.614 metros; hacia Peña de Francia.

Las ruinas del Monasterio de la Casa Baja, a las afueras de El Maíllo (898 metros). Esta construcción era la antigua residencia de invierno de los frailes del Monasterio de la Peña de Francia.

Cuando llegaba el duro invierno se trasladaban a la Casa Baja, que contaba con un gran huerto, desde aquí los frailes seguían mirando su Peña nevada, esperando poder regresar cuando las nieves cesaran.

Hay 700 metros de desnivel desde este punto y la Peña de Francia (1.723 metros); la tarde de antes acababa de caer una gran nevada en pleno mes de Abril.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Oh, cual suerte hemos tenido ambos nos, de poder compartir estos senderos de Dios y de la Historia a su lado, Vuesa Merced. Esperamos no sea la última y seguir viajando en el tiempo por los senderos gloriosos que nos todavia esperan...

Saludos: Rodri y Trini

Carmen Montoro dijo...

Mis amados peregrinos
de viajes y penurias,
quedo absorta de descifrar
vuestras palabras en castellano de antaño, mientra preparo
nuevas rutas para compartir
en días por venir,
insha Allah!

Franziska dijo...

Todavía está instalado el invierno en esas rutas por las que habeis caminado. Tengo ya la mirada tan llena de árboles que han florecido antes de estrenar sus nuevas hojas, de tantas hojas verdes y plateadas, de racimos de semillas en flor que me parece un paisaje extraño y, es, sin embargo, de tan reciente recuerdo para tí.

No es más que otra realidad. Disculpa.

Graciosas son las zapatillas que luces. A ver si alguna vez quieres mostrarnos tu cara. Todo mi respeto si no quieres aparecer por internet, es más, no debía haberlo sugerido.

Anónimo dijo...

Posa sus patas y avanza sobre la lámina de tierra con gran pericia. La tensión superficial de la corteza terrestre en su límite superior(mullida por ser matorral de brezo) la calidad de las botas que porta y otros factores socioeconomicos, le permiten posarse sin llegar a atravesarla y de este modo se desplaza.
Un beso enorme, Raquel

Carmen Montoro dijo...

RAQUEL
siempre me haces reir

Ya echaba en falta tus comentarios "tipo raquelsolano" por el blog. !inclasificables¡,
espero que te diviertas tanto como yo...

Agur!